¿Qué ocurre cuando lo absolutamente inesperado, lo inexplicable, se introduce en uno cualquiera de tus actos cotidianos, y no solamente cotidianos sino naturales, como puede ser el acto simple de ir al baño y sentarse en la taza a defecar? Aquí lo que se satiriza es la noción de misterio de una manera totalmente jocosa, que deja a un ser humano cualquiera temblando de pavor ante lo inexplicable.
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