lunes, 13 de febrero de 2012

PRIMO ROJAS EN EL R101 EN BOGOTA

La obra se fundamenta en el poderoso miedo que la mayor parte de seres humanos tenemos al ridículo. El temor al ridículo, en algunos casos, puede ser tan fuerte que muchas personas prefieren morir, antes que parecer ridículos. Se sabe de una dama bogotana que permitió que su vejiga estallara, por no levantarse de la mesa de un banquete oficial para ir al baño a orinar y parecer ridícula. Lo último que se le escuchó decir, fue: “me muero de la pena”. Y efectivamente murió. Es sabido que dentro de los caballeros ingleses de finales del siglo XIX y principios del XX, resultaba más honroso dejarse atropellar de un carro a tener que correr para salvarse y hacer el ridículo de parecer cobardes. (Por fortuna los caballeros ingleses no vieron en la carrera decima, en la carrera 68 o en la carrera 30 correr a los ñeros para salvarse. Por fortuna, también, a los ñeros les importa poco lo que piensen los caballeros ingleses, e incluso las damas bogotanas, pues para suplicio de ellas, constantemente vemos en las calles, a plena luz del día como los ñeros no ponen en riesgo la salud de su vejiga: orinan donde sea). Hay algunas personas que consideran que el peor ridículo que se puede hacer en la vida es no ser rico. Y digo no ser rico, porque los pobres, jamás son consientes de serlo. Quiero decir: de ser pobres. Ellos viven felices en su inconsciencia, y de lo primero que nos priva la inconsciencia es del sentido del ridículo. Las personas de que hablo, que tampoco se caracterizan por una conciencia muy lúcida, están situadas en el atormentado segmento de la clase media, que viven atormentadas por el constante terror de caer en las garras de la clase media-baja, o baja, y la angustia insoportable de no pertenecer a la clase alta, o siquiera media-alta, o en los peores casos tres cuartos y medio de media y una pizquita de alta. Son los atormentados arribistas que ya sea por terror o por angustia, siempre son ridículos, y que es precisamente de lo que trata el Oso Rococó. Así pues, los días 23, 24 y 25 de febrero, los espero, queridos cultores del arte de los buenos modales y la religión del buen gusto, en la sala de teatro R101, para tener el privilegio de compatir un momento con ustedes. PRIMO ROJAS

1 comentario:

Patricia Murcia Producción y Logística de Eventos dijo...

Maravilloso como siempre... no pierdo ninguna de sus presentaciones.
Un abrazo